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Notas a propósito de los días de estudio en Lamas Peru / Grupo Quito / Bienal de Sao Paulo

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Mural criamos la pachamama

INTRODUCCIÓN.

El Seminario "Regeneración indígena de la biodiversidad e incertidumbre: Prácticas y desafíos al diálogo de saberes" tuvo lugar en Lamas-Peru, los días 17 - 20 abril 2016, fue coordinado por Sofía Olascoaga, como co-curadora de la 32ª Bienal de Sao Paulo. El programa contempló encuentros bajo la forma de talleres con y en comunidades de la localidad, y coloquios entre los participantes profesionales, activistas, artistas, y dirigentes indígenas. Ambos orientados a la construcción de un espacio de aprendizaje y diálogo colectivo.

Las actividades se estructuran a través de los siguientes ejes:

  1. Educación comunitaria y artes sanas, Comunidad: Alto Pucallpillo.

  2. Medicina tradicional indígena y retorno a la naturaleza: Comunidad: Naranjal

  3. Comida, Biodiversidad y bienes comunes: Comunidad: Anak Churuyacu- Valisho

Las actividades parten de la experiencia y actividades realizadas por Waman Wasi en el conoci- miento y afirmación cultural de la cosmovisión de la cultura Kechua-Lamas, y las prácticas de regeneración de biodiversidad en la región. Este punto de partida se entreteje con la reflexión sobre la noción de incertidumbre y la forma en que atraviesa la vida cotidiana en espacios y contextos tan diversos, los desafíos que presenta y las posibilidades de imaginar desde las prácticas artísticas formas de aprender, y de abrazar dicha incertidumbre.

El grupo étnico amazónico al que acompaña Waman Wasi es el Kechua-lamas de la región de San Martín, ubicado en la Amazonía Alta del norte de Perú. Su población, según el Censo de 2007 es de 16,929 habitantes, dedicados principalmente a la agricultura de secano en laderas y pendientes y en menor medida a la pesca, caza y recolección. Están agrupados en 120 comunidades, de las cuales 77 están reconocidas por el Estado Peruano.

(Texto extraído del programa del Seminario)

La imagén de portada de este articulo es una fotografía de archivo propio del mural tejido en una habitación de Waman Wasi, ilustra el calendario agro-festivo, actividades comunitarias de trabajo y reproducción de la vida en diálogo con los ciclos de la naturaleza.

 

Notas a propósito de los Días de Estudio en Lamas.

por Alejandro Cevallos N.

La filósofa catalana Marina Garcés (1) nos advierte que las instituciones educativas y culturales están -generalmente- promoviendo los sucesos que posteriormente podrán ser evaluados de manera positiva, esto implica que las formas están cuidadosamente pre-diseñadas y los resultados controlados, evitando así  la posibilidad de contro-versia, que podamos llegar a las preguntas que realmente nos importan, que podamos elegir las maneras de aprender entre nosotros y definir el para qué del conocimiento (2013). 

En este sentido, buscar la posibilidad de que un grupo de personas se encuentre exponiéndose a lo imprevisto; asumiendo la in-comodidad de enfrentar sus  distintos lugares de privilegio y desigualdad; aceptando el silencio y la escucha como partes fundamentales de un diálogo que afecte las prácticas que cada uno trae consigo; que se reúna las condiciones para el desplazamiento pero no se preestablezca un guión de producción, me parece en sí una acción subversiva ante las lógicas de producción  de conocimientos institucionalizada que se privilegia a nivel global.

Afortunadamente, el encuentro no tuvo ninguna ansiedad de improvisar intervenciones artísticas y performances relacionales en las comunidades que visitábamos, como suele ocurrir generalmente en los formatos de residencia o visita artística usuales en el medio. Las informaciones de contexto reunidas en años de trabajo situado; los ambientes de trabajo preparados y el protagonismo de la voz de las comunidades de Alto Pucalpillo, el Naranjal y Anak Churu Yacu Valisho fueron tejiendo la compleja cuestión de “estar” en un lugar, como condición indispensable para el reconocimiento,  la indignación, la fascinación que emergían en la conversa.

En este breve texto, que lleva varios días de reposo antes de ser compartido, me propongo hacer unas reflexiones que a pesar de su generalidad están irremediablemente conectadas a mi experiencia de trabajo de mediación entre instituciones culturales y grupos comunitarios en la ciudad de Quito. Quiero pensar que también puedo contribuir a esa idea de “no soltar los hilos” esa frase que intituló una larguísima cadena de correspondencia posterior a nuestro encuentro en Lamas  y que en el fondo lleva el deseo vibrante de imaginar unos tejidos que están por hacerse por encima o por debajo del pesimismo estructural.

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nota 1. Marina Garcés (2013) Un Mundo en Común. Editorial Bellaterra. Barcelona, España

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Dejarse con-mover.

Conmoverse. La palabra tiene una carga romántica detestable para usarla al momento de describir la experiencia de encontrarnos con unas comunidades que viven radicalmente en oposición a la vida capitalista que hemos aprendido de manera impositiva la mayoría de quienes vivimos en las ciudades. 

Pero quiero partir de esa palabra y llevarla en una dirección contraria a cualquier tono romántico, paternalista o exotizante, quiero hablar de conmoverse en el sentido político de haber sido interpelado y desafiado ante las costuras más finas de lo que implica retomar el autogobierno de nuestras vidas y consecuentemente sentir que uno debe moverse con otros.

Ese movimiento que nos desubica no es solo intelectual sino también corporal - sensitivo y no sucede como una epifanía individual sino como proceso de diálogo sobre lo que nos es común a pesar de nuestras diferencias: el esfuerzo de caminar el territorio, la paciencia de cultivar para comer, la memoria de las abuelas y abuelos para sanarnos, el trabajo colectivo para criar nuestros hijos o construir nuestras casas, todos estos aspectos que dentro de la ciencia moderna son departamentos separados y delegados a los especialistas, en la cosmovisión indígena aparecen enlazados, demandándonos una implicación personal y comunitaria indelegable.

No se trata de una concepción de autogestión o autosuficiencia, se trata -por el contrario- de  entender nuestra vital interdependencia, de vivir en diálogo y en conciencia de ser parte de un ecosistema. Por tanto, también se trata de una labor de cuidados de la vida que en correspondencia a nuestros distintos contextos, memorias y situaciones no pueden ser cuidados que se practican de la misma manera ni son susceptibles de homogeneización. Así, nuestros cuidados de la vida (si decidimos no delegarlos) son a su vez nuestros cuidados de las diversidades del mundo.

La anarquista aimará Silvia Rivera, nos decía refiriéndose a nuestros gobernantes progresistas, teóricos del buen vivir y de la de-colonialidad: “antes de proseguir hablando de buen vivir,  por favor encarguese de lavar su ropa sucia; encarguese de cocinar lo que come, encarguese de criar a sus hijos”. La provocación apuntaba a recobrar el placer por las actividades de reproducción de la vida que la noción de trabajo productivo en el mundo occidental había peyorizado, también pedía un equilibrio necesario en nuestro metabolismo de pensar y hacer. Tuve que visitar las comunidades quechua-lamas para entender mejor las dimensiones transformadoras del mundo que esta provocación implica. Dejarse conmover es dejarse comprometer en esta imaginación radical sobre nuestro mundo.

Tejidos por hacerse.

Mutrão, en Brasil; Ainy en el Perú andino; Teguio, en Mexico; Minka en la región andina del Ecuador; Choba Choba, en la tradición amazónica quechua-lamas. Son algunas palabras en lengua indígena que recordamos en una conversación en Waman Wasi sobre la tradición de trabajo cooperativo y comunitario que siguen vigentes en los distintos contextos de donde provenimos.

Las transacciones que van más allá de conseguir un beneficio particular, los comportamientos económicos de una comunidad fuera de una racionalidad instrumental sobrepasando cualquier obligación contractual ponen, en juego una ética y una construcción de afectos que han garantizado para las comunidades indígenas el cuidado de los comunes y la reproducción social justa y sostenible.

¿cómo podemos retomar las formas y aprendizajes de estas economías dentro de nuestros campos de trabajo?. En la investigación, la educación o las prácticas artísticas están aún por explorar unas redes de cooperación social (extra-disciplinar, extra-institucional) que hurguen en la memoria y alimenten esa imaginación colectiva enfrentando la individualización que está produciendo las nociones ultra mercantilizadas de innovación y creatividad como nuevos motores de desarrollo capitalista. 

No quiero reducir las implicaciones y desafíos que tendría para nuestras prácticas concebir lo educativo y lo cultural como parte de una política del común. Lo único que alcanzo a intuir en este preciso momento es que tenemos la tarea de regresar -con una renovada atención- a esas palabras, a la manera en que se entonan en la vivencia misma del trabajo comunal, tendríamos que reconsiderar las fases, ritmos, purgas y “secretos” que tienen las comunidades indígenas al criar sus chacras, no solo como una metáfora o analogía sino como pedagogía misma por la cual recreamos nuestras formas de hacer y relacionarnos con el mundo.

“Chacra no es pues sólo el lugar donde se hace agricultura, sino es todo escenario de crianza por el que diversas formas de vida conversan para contribuir a la regeneración del Pacha, pues la chacra siendo compromiso de los ru-nas es de todos y para todos” (Rengifo 2000) (2)

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nota 2. Grimaldo Rengifo Vásquez (2000)  La crianza recíproca: biodiversidad en los Andes. en línea PRATEC

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La idea pudiera sonar un tanto abstracta, para quienes como yo, viven en ciudades en donde la mayor parte de tierras cultivables, quebradas y canales de riego están desapareciendo debajo del asfalto de manera acelerada, desconectando la relación fluida que la ciudad andina ha mantenido entre ruralidades y centros urbanos. Pero sobre la nostalgia y la desorientación hemos de ir buscando y recreando, como decía María Juana  Farinango, educadora y lideresa de la comuna San Miguel del Común en Quito:  “llamkashpa rikushun, mientras vamos haciendo vamos viendo qué nos hace falta” (3) 

De Lamas a la Bienal de Sao Paulo.

Quisiera pasar por un punto de tensión que no es desconocido, la inscripción de los momentos de producción alternativa de conocimiento y el trabajo con comunidades dentro del aparataje institucional. ¿Cómo los “Días de Estudio” pudieran tener una incidencia en las propias prácticas educativas y las políticas institucionales  de manera menos excepcional?

El reconocimiento de formas de aprender y enseñar provenientes de comunidades indígenas  no es una temática curatorial, en realidad también es una urgencia desde la perspectiva institucional, es decir, ¿qué puede retomar la institución de estos saberes para reformular sus relaciones económicas con el entorno, la relación entre diversos saberes al interno de sus operaciones, la relación entre trabajos productivos y reproductivos dentro de las salas expositivas? Nos preguntamos ¿Cómo más allá de lo discursivo las instituciones culturales pueden convertirse en agentes activos para la regeneración de los ecosistemas (cultural, urbano, social, natural)? (4)

En el contexto regional las instituciones culturales mantienen el desafío de replantear la noción de democratización cultural y la obsesión por la representación de la vida dentro de las salas expositivas a cambio de un fortalecimiento de una cultura democrática que implicaría abrir espacios de discusión y toma de desiciones entre-culturas y grupos comunitarios (históricamente excluidos), proceso por el cuál, inevitablemente quedarían comprometidas a tomar posición frente a las luchas indígenas y campesinas por la tierra, el agua, la autonomía educativa o la reproducción de las lenguas originarias.

Quizás requerimos su pronunciamiento explícito sobre estos temas con todo su capital simbólico y económico más que el escaparate y plataforma de visibilización que nos ofrecen.

Un programa con tales aspiraciones demandaría cierta permanencia de las preguntas en el corazón de la institución de manera que puedan ser desarrolladas en tiempos extensos y de manera transversal en su gestión, intentando medir realmente cuál es la resonancia de su trabajo frente a las preocupaciones comunitarias.

Algo que insinuó Grimaldo Rengifo al final del encuentro en donde se preguntaba, ¿hasta donde este tipo de encuentros representan un aprendizaje para las comunidades que generosamente nos reciben?. Más allá de las voluntades personales o las redes que autónomamente se puedan sostener quizás parte de la respuesta también está en la capacidad de las instituciones de superar el momento excepcional hacia programas educativos interculturales permanentes (5)

 

La relación entre la Bienal de Sao Paulo y Waman Wasi me hace pensar que los diálogos y alianzas (aunque sean momentáneos) entre quienes se mueven en las fisuras que dejan las estructuras institucionales y quienes maniobran en los espacios autogenerados de la organización social y comunitaria pudieran dibujar un horizonte esperanzador sobre estas otras institucionalidades que requerimos.

agradecimientos.

Gracias a los tejidos de Sofía Olascoaga; el recibimiento, las conversaciones y los alimentos que generosamente nos brindaron Grimaldo, Gladys; Jaime; Gregorio; Luis; Girvan; Leonardo quienes crían con mucho cariño Waman Wasi. A las comunidades de Alto Pucalpillo, el Naranjal y Anak Churu Yacu Valisho por el tiempo compartido, la humildad, sabiduría y fortaleza con que llevan su resistencia. A los compañeros y compañeras que formaron parte de los días de estudio en Lamas, especialmente a Antonio Paucar por todos los sonidos que guarda en su maleta.

 

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nota 3.  V Encuentro de Comunas y Comunidades Ancestrales San Juan de la Tola -Píntag Quito Ecuador. Transcripción y sistematización, Lola Parreño, Mediación Comunitaria (2015)

nota 4. Sobre instituciones y cultura como un bien común se puede revisar el debate hacia un programa cultural de Barcelona en Comú. http://cultura.bcnencomu.cat

nota 5 Para un debate sobre la necesidad de pensar los programas educativos de forma permanente y autónoma se puede revisar el ensayo de Cayo Honorato (2014) “Notas perecíveis sobre problemas que não existem: uma análise a partir do Educativo da 31a Bienal de São Paulo”

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